Hay días en los que una se siente fea, pero que muy fea. Se siente la más fea. Hoy le tocaba un día de esos desagradables hasta decir basta. Y justo había sido hoy.
Esos días lo mejor es quedarse en casa y no hacer nada, ni estar para nadie, ni siquiera para abrir al cartero ni para hablar con la vecina. Para nadie. Eso si puedes, claro. Ella hoy no había podido. Justo hoy no.
Esos días lo mejor es quedarse en casa y no hacer nada, ni estar para nadie, ni siquiera para abrir al cartero ni para hablar con la vecina. Para nadie. Eso si puedes, claro. Ella hoy no había podido. Justo hoy no.
2 comentarios:
Gracias Mireia por compartir esas palabras tan sinceras y bellas. ¡Qué hermoso puede resultar la expresión de lo feo!
Un abrazo.
Hola Paco, ¡qué sorpresa encontrarte por aquí! ¡y qué alegría!. Me ha gustado eso de ver hermosura en la expresión de lo feo!.
Besos.
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