momentos cotidianos

Este espacio ha sido creado para reflejar momentos que pueden ser míos, tuyos o de cualquier persona que los quiera hacer suyos.
Son realidad y son ficción. Son imágenes sugerentes y contextos ocultos para que tú también fantasees y juegues a inventar si te apetece.
Yo quiero compartirlo contigo y será un placer si tú también lo quieres crear conmigo.

11.12.08

sin palabras

Se habían conocido hacía 2 años y medio y desde entonces habían ido construyendo una relación de amistad bonita. Durante el primer año compartieron espacios íntimos y aprendizajes de la vida. Después dejaron de coincidir tan a menudo y fueron los gestos que desde entonces habían tenido entre ellas lo que había ido construyendo algo mágico.

Esta mañana estaba paseando por su barrio haciendo tareas de la vida cotidiana cuando de repente llegó a su patio y estaba la cartera llamando a los timbres.

- “Ya le abro yo la puerta”, le dijo.
- “¿Usted vive en la puerta 5?.”
- “Si.”
- “Pues entonces estas cartas son para usted”.

Entre las cartas había un paquete y cuando lo vio le empezó a subir una emoción enorme. Era de aquella amiga a la que había conocido hacia 2 años y medio. Lo abrió apresuradamente y se quedó tan impactada al verlo que no hubiera podido expresar ninguna palabra en ese momento. Le llegó directo al corazón. ¡¡¡Qué regalo tan especial y qué sorpresa más emocionante!!!. Le había encantado, le había gustado mucho, mucho, muchísimo!!!

Estaba tan impresionada con la sorpresa que durante un buen rato estuvo pegada a esa sensación tan placentera, a ese impacto tan grande. Y tenía el regalo en la mano y casi no lo podía ni mirar porque esa sensación tan hermosa y tan agradable le impedía estar con lo de fuera.

Se quedó sintiendo eso, y al rato, cuando pudo, se lo agradeció. Le agradeció ese regalo tan especial y ese momento de esa conexión de la que su amiga hablaba en las palabras que acompañaban al regalo.



9.12.08

aparcar a la primera


Llegar a casa después de 11 horas de trabajo y encontrar sitio para aparcar a la primera es una buena razón para sonreír. Y es bueno después de trabajar 11 horas ó 4, si llegas de vacaciones o si vienes de cenar fuera. Y si llueve, doble motivo para sonreír.

Hoy le había pasado eso al llegar de trabajar y había sido uno de los mejores momentos del día. Además, en la puerta de casa. ¡Increíble! Como si alguien supiera que necesitaba llegar a casa urgentemente y ese hueco le estaba esperando.

Pues si, aparcar a la primera es algo muy bueno y la sensación de llegar a casa después de estar todo el día fuera todavía es mejor. Dejar el bolso, quitarse los zapatos, poner la calefacción, cambiarse de ropa, andar por la casa, confluir con la nada… un gusto! Y lo que le solía pasar después de ese momento es que enseguida le surgía alguna figura, le surgía algo apetecible que hacer.

¡Una satisfacción esa sensación de estar a gusto en su casa! Porque a ella su trabajo le apasionaba y estar en su casa haciendo cualquier otra cosa también.



5.12.08

un nudo

Un día escuchó a alguien decir que cuando hay un nudo es mejor no estirar. Y es verdad, cuando hay un lío la estrategia de tensar no suele funcionar porque lo que suele ocurrir cuando se estira es que el nudo se hace más rígido y más fuerte. Y cuando lo que está liado tiene que ver con asuntos afectivos estirar es todavía peor.

Hoy había estado con unas personas que tenían un lío entre ellas. Cada uno había tirado con toda su fuerza para un lado distinto y entonces el lío se había complicado. Y no es que no tenga solución, aunque si es cierto que si se estira y se tensa se hace más difícil deshacerlo. Entonces lo que era necesario ahora era movilizar aquello y conseguir flexibilizar las cuerdas para poder deshacer aquel nudo con el mayor apoyo y cuidado posible.

A veces, un movimiento sutil facilita que el lío se flexibilice y que cada cuerda vuelva a su sitio. A veces, un movimiento sencillo, hecho en el momento adecuado y de la manera oportuna simplifica mucho el asunto. Y lo sencillo, en muchas ocasiones, suele funcionar.