Subirse a un avión mola. Sobre todo si cuando bajas hay alguien esperándote. Y sobre todo si ese avión te lleva a un lugar donde te vas a encontrar con unas personas a las que tienes unas ganas locas de ver, abrazar y sentir.
Y si además alguien te ha preparado un fin de semana mejor imposible pues entonces mola muchísimo más. ¡Y sin pedirlo ni nada!, ¡así de espontáneo! Entonces da igual si llueve o si hace frío.
Cada momento había sido tan especial que fue como si en esos días se hubiera parado el mundo y no hubiera existido nada más que aquel reencuentro esperado, deseado y soñado desde hacía mucho tiempo atrás. Había sido tan emocionante, tan divertido y tan bonito…
Y si además alguien te ha preparado un fin de semana mejor imposible pues entonces mola muchísimo más. ¡Y sin pedirlo ni nada!, ¡así de espontáneo! Entonces da igual si llueve o si hace frío.
Cada momento había sido tan especial que fue como si en esos días se hubiera parado el mundo y no hubiera existido nada más que aquel reencuentro esperado, deseado y soñado desde hacía mucho tiempo atrás. Había sido tan emocionante, tan divertido y tan bonito…
5 comentarios:
Tu blog es realmente hermoso, me lo tope de casualidad y me hizo pensar en muchas cosas, reflexionar.
El mío no es tan lindo pero te invito a visitarlo www.elsitiodevicenteherrera.blogspot.com
Saludos desde México
Nice blog.
Beautiful pictures.
Fantastic.
Please visit:
http://holidayinparadise.blogspot.com
Keep blogging.
Good job.
Que envidia esos pinchitos de Bilbao.
¡¡¡Si, si, riquísimos (y el vino también!!)!!!
Hola Vicente, me alegro de que te guste el blog. Hay veces que la vida nos sorprende con casualidades así, que ocurren sin esperarlas, y eso es bonito, verdad?
Gracias por invitarme al tuyo. Entraré a visitarlo.
Un beso.
Publicar un comentario