momentos cotidianos

Este espacio ha sido creado para reflejar momentos que pueden ser míos, tuyos o de cualquier persona que los quiera hacer suyos.
Son realidad y son ficción. Son imágenes sugerentes y contextos ocultos para que tú también fantasees y juegues a inventar si te apetece.
Yo quiero compartirlo contigo y será un placer si tú también lo quieres crear conmigo.

18.2.09

sensibilidad






Hoy estaba especialmente sensibilizada. Así era casi siempre, pero hoy era un día de esos en los que estaba más todavía. Era uno de esos días en los que ponía algún cd de Belle & Sebastian en el coche y vibraba con aquella música de manera especial. Porque en todos los momentos no se escucha de la misma manera ni con el mismo impacto esa música.

La sensibilidad era algo que iba con ella. De hecho, en muchas ocasiones pensaba que había venido a este mundo, entre otras muchas cosas, para sentir. De pequeñita muchas veces escuchó como le decían: “ay, esta niña, que llorona y delicada es”, y oír aquello le partía el corazón. En aquel entonces ni siquiera podía identificar esa sensación y mucho menos ponerle palabras ni defenderse. A eso aprendió luego. Durante años estuvo peleada con esta parte suya y la quiso eliminar porque le habían enseñado que en esta vida una tiene que ser fuerte.

Un día, siendo ya un poco más mayor, se dio cuenta de que podía ser delicada y fuerte a la vez, dejó de pelarse y se reencontró con su sensibilidad. Además, decidió cambiarse esa etiqueta de “delicada” por sensible, que le gustaba mucho más. Y el día en el que cayó en sus manos un libro que se llamaba “El don de la sensibilidad” ya si que acabó de sentirse afortunada de poseer ese don, porque las personas que tienen dificultad para sentir se pierden una parte enorme de la vida.

Desde hacia ya un tiempo no solo le gustaba ser sensible, sino que se alegraba enormemente de que a pesar de su lucha interna desde pequeñita no había perdido esta capacidad de sentir tan hermosa. Le parecía algo maravilloso y menos mal que aprendió eso de que para sentirse en paz se trata de convertirse en lo que una es y no tratar de ser lo que no es.

El día de hoy había estado lleno de momentos donde la sensibilidad había estado muy presente. Uno de ellos había sido esta tarde en una sesión de terapia que había tenido con una niña con la que se había conmovido. Hace un tiempo estuvo trabajando con ella y hacía unos días que le había dicho a su mamá: “llévame a ver a mireia”. Había sido un reencuentro precioso. Habían estado haciendo un dibujo entre las dos, como los que hacían antes, y hoy había sido tan distinto! Qué cambiada estaba y qué estar tan diferente! Se habían emocionado las dos con pocas palabras, mucho contacto, y un baile compartido lleno de complicidad.









3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado... Quiero aprender de mi sensibilidad... Muack

mireia dijo...

Un beso guapa!!!!!!!

VaNiuSha dijo...

Todas las mujeres poseemos el don de la sensibilidad, ignoro si los hombres lo poseen en tal grado, pero algo deben tener. Sin embargo, nosotras somos la magia.