rojo

Pasamos momentos de la vida vinculados a ciertos colores determinados. Y a ella, que estas navidades había estado en India, se le cambió el color.

Antes de marcharse le preguntó a una amiga:

- ¿Quieres algo de India?
- Si, tráeme una piedra.

Mientras estaba allí se acordó en repetidas ocasiones, y a la vuelta, en cuanto tuvieron la oportunidad de tener un momento a solas, le dio las tres piedras que le había traído: una azul, una roja y una blanca. Y fue así porque quiso compartir con esa amiga, que sabía entender aquello sin necesidad de muchas palabras, cuáles eran sus colores. El blanco lo tenía presente siempre, y el azul y el rojo se iban alternando en los distintos momentos de su vida.

El blanco es luz, es transparencia, limpieza, claridad, pureza y causas positivas. Es activo, positivo, dinámico y estimulante. Un día leyó: “A las personas que prefieren este color les gusta mucho la frescura, la franqueza y la nobleza de sentimientos. Se trata, casi siempre, de personas exigentes, que se ponen a prueba a menudo y que prestan atención a los detalles más pequeños. Es característico de personas con un temperamento neutral, amantes de la justicia y del equilibrio. El optimista y espiritual blanco sugiere paz, sosiego, armonía, calma, claridad y purificación”. Así que, blanco, en el fondo, siempre.

El 2008, y sobre todo los últimos meses, había sido azul y fue a la vuelta de India cuando se volvió a vincular al rojo. Si, si, sin ninguna duda, ahora era el rojo otra vez. Y la sensación del rojo le encantaba porque el rojo es pasión, fuerza, intensidad, acción y se asocia a la energía, a la vitalidad y a las emociones de la vida. El rojo despierta los sentidos y las pasiones, y estimula la acción, la actividad, el amor y la creatividad. Y así había vuelto del viaje. El 2009 estaba siendo e iba a ser rojo.

También le regaló algo que simbolizaba a Ganesh, un dios hindú con cabeza de elefante del que se hizo fan mientras estuvo allí. Era el dios de los comienzos y con su presencia había empezado el año. Por cierto, de forma brutal!! A Ganesh también se le invoca como apartador de obstáculos, y es amable, alegre y muy popular por sus trucos astutos y bien intencionados. Su historia cuenta que su panza simboliza su encarnación de una vida próspera y de éxitos, por eso es habitual verle representado con un cuenco lleno de dulces. Dicen que normalmente Ganesh monta en una rata ávida de probar la dulzura de la vida, al igual que sus seguidores.

Le regaló aquello porque su amiga era y tenía mucho de lo que era y tenía Ganesh y sabía mucho de eso de apartar obstáculos. Además, hace casi 8 años compartió con ella el inicio de algo muy importante en sus historias, y desde entonces, seguían buscándose para compartir momentos de vida profundos y para contarse los comienzos de sus acontecimientos importantes.