momentos cotidianos

Este espacio ha sido creado para reflejar momentos que pueden ser míos, tuyos o de cualquier persona que los quiera hacer suyos.
Son realidad y son ficción. Son imágenes sugerentes y contextos ocultos para que tú también fantasees y juegues a inventar si te apetece.
Yo quiero compartirlo contigo y será un placer si tú también lo quieres crear conmigo.

18.10.09

dificultad








6 comentarios:

Josep Fornàs dijo...

Del análisis y de la adivinación

Todo análisis conlleva una dificultad insalvable que lo hace falible ante cualquier realidad mostrada a posteriori al tiempo que incorpora el concepto de adivinación por parte de aquel que no participa de las claves del analista y de proyecciones por parte de este.

La imagen presenta el fondo blanco pintado sobre la madera del casco de una embarcación. Herido por el tiempo con arañazos, desconches y rozaduras y sucio de diminutos trozos de algas pegadas. Sobre él y en vertical baja una cuerda. Dos si nos fijamos bien. La primera más antigua, de materiales naturales, recubierta con un minúsculo fieltro producido por el salitre. La otra de plástico que la continúa mediante una baga de cabo deshilachado hasta desaparecer en el horizonte de la finitud de la imagen. Al final las dos lo hacen, solo la nueva se muestra tensa. La incógnita es lo que estira de ella.
La primera muestra dos opciones vacías, oportunidades, ofertas para colgar, para estirar. Entre ambas forman un trébol, símbolo de buena suerte. ¿Alguien ve la cuarta hoja?.

Dos formas, una muestra la otra describe. Tu forma, Mireia, ha posibilitado la mía. Gracias.

¡Caramba que parrafada que me ha salido! :-)
Un abrazo
Pep

mireia dijo...

Hola Pep, bonita capacidad de observación, descripción, análisis y adivinación!

Parece el fondo herido cuando realmente lo que está es curtido de todas las experiencias vividas en esa embarcación. Experiencias hermosas dentro del mar. Y el fondo esta gastado y al mismo tiempo es resistente, muy resistente. Quizá necesita algo de cuidados. La presencia de alguien que le proporcione unas caricias en forma de capa blanca, y así entonces, volver a brillar, mostrarse hermoso, volver a salir y encontrarse de nuevo con la preciosidad del navegar y con la superación de la dificultad.

Cuando incorporamos algo nuevo suele funcionar y eso es lo que ocurre con la segunda cuerda, con la cuerda nueva que está firme y no tensa, que no estira, sino que sujeta. En realidad es un pequeño apoyo, el justo y suficiente para que la otra no se desestabilice.

Me ha alegrado leerte por aquí.

Un abrazo.

Mireia

Loli dijo...

Hola Mireia!
Me has hecho reflexionar con la segunda cuerda... Cuando nos sentimos atados, ahogados, atrapados necesitamos de esa segunda cuerda que no estire, que no apriete que este en ese punto justo. Lo complicado de la segunda cuerda es cuando nos encontramos con alguien que parece que quiera seguir atado y entonces la segunda cuerda intenta también apretar para deshacer el nudo. A veces es complicado ser la segunda cuerda sin implicarte demasiado.
Hay que ser segunda cuerda en su justa medida como tú explicas.
Un saludo.

mireia dijo...

Hola Loli! Claro que si con lo nuevo nos sentimos atados, ahogados y atrapados, pues entonces es mejor cambiar esa novedad, esa segunda cuerda, porque además, si molesta seguramente no es ni soporte ni apoyo.

Y es que, casi siempre, cuando hay un nudo lo mejor que se puede hacer es no estirar, sino hacer un movimiento que permita flexibilizar, reestructurar y que cada cuerda se coloque en su sitio. Qué cada cuerda se coloque en un nuevo lugar donde poder estar, moverse, respirar y contactar.

Un abrazo.

Mireia

Josep Fornàs dijo...

Me da la impresión de que somos tres focos de luz que proyectan, cada uno su película, sobre la misma pantalla. Y esta queda muy bien iluminada. Brillante de experiencias, de luz.

El trébol tiene dos hojas sueltas y dos unidas. La unión de lo viejo con lo nuevo. El self del uno con el otro y del otro con el uno. El del nosotros que a veces se tensa, a veces es firme, a veces se relaja. La unión siempre es posible, también la ruptura. Es la vida.

Un abrazo
Pep

mireia dijo...

Si, si, es la vida.

Un abrazo Pep.

Mireia