
Hoy alguien le había vuelto a llamar princesa. Le encantaba escuchar esto porque le gustaba sentirte princesa por un momento. Para siempre y para todo princesa no. Eso no. En ningún caso. Para un momento si.
Porque las princesas te pueden gustar o no, pero en cualquier caso ser una princesa es ser alguien especial. Y escuchar que alguien le llamara princesa era escuchar que en ese momento era especial para esa persona. Le hacía sentirse así por un instante y eso le hacía sonreír. Por eso le gustaba que, de vez en cuando, alguien le llamara princesa.
Porque las princesas te pueden gustar o no, pero en cualquier caso ser una princesa es ser alguien especial. Y escuchar que alguien le llamara princesa era escuchar que en ese momento era especial para esa persona. Le hacía sentirse así por un instante y eso le hacía sonreír. Por eso le gustaba que, de vez en cuando, alguien le llamara princesa.